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Palos de Ciego

Túnez, día 28: Sin noticias de Gurb

Llevo aquí 28 días.  

Internet lo uso lo  justo, correo y actualizar este diario.  

Hasta ayer no pillé la BBC en la tele de mi hotel.   

No se como va la liga o la copa, no se quién gano las catalanas ni que caballero o caballeros nos dan ahora la murga desde Cataluña, no se que es de Zapatero y su alianza de civilizaciones, tal como iban las cosas dudo mucho que Rajoy siga liderando el PP, pero quien sabe si en las Bermudas tienen su triangulo misterioso  porqué no iba a tener España sus propios fenómenos paranormales; de ETA, la chorrotregua y la bajada de pantalones las negociaciones de paz ni los ecos oigo por estos lares; inmigración, relaciones internacionales, OPA de Endesa y demás culebrones varios son recuerdos difusos en mi memoria.  

Vale que estuviera el pasado fin de semana en España. Pero hice lo que tenía que hacer, pasar el tiempo con las personas que quiero comiendo jamón y bebiendo vino.

 Si ahora me dicen que España ya no existe o que me la han cambiado de sitio, a lo mejor ya no está en el norte de África sino vagando por el Atlántico como una balsa de piedra (magnifico libro de Saramago por cierto) me lo creo. Quién sabe, a lo mejor acabo como Tom Hanks viviendo en un aeropuerto, aunque me he enterado que casos como ese hay ya  varios. 

 Quien sabe. Le he comentado esta estupidez a mi colega serbio y se ha reído un rato pensando en un país navegando por el mar. Respecto a que España ya no sea España no ha reído mucho. Simplemente ha sacado su pasaporte y me lo ha enseñado. Yugoslavia pone en la portada. Salir es fácil, me dice. Los problemas aparecen a veces cuando quieres regresar. En la aduana de suecia, Dinamarca o cualquier país medio civilizado, un funcionario diligente y disciplinado coge en ocasiones la lista de países y les dice en la cara una verdad como un templo, Yugoslavia no existe, el pasaporte no es valido. Al final regresan pero tras un gasto enorme de saliva y la moral por los suelos.

3 comentarios

Pigmalion -

Mmmm, me temo que aquí no nos cunde tanto como esperas, parece que el tiempo pasa a distintas velocidades dentro que fuera. Debe ser la cercania del ecuador

Job -

Hola, Esther, ya empezaba a echarte de menos. No he leido el libro que comentas, pero se lo regale a mi hermana cundo lo publicaron. Le hechare un vistazo cuando regrese a España.
Gracias por el comentario

ESTHER -

Todo esto me ha recordado un poco al libro Veronika decide morir.