Túnez día 72: Sobre gacelas y dromedarios
Los tunecinos son, a veces, unos poetas. ¿Que una muchacha es guapa y está de buen ver? Pues se le dice gacela y santas pascuas. Si se piensa detenidamente, sin acritud, es un piropo bastante conseguido. El que no lo crea así que vea algún documental de esos que echaban en La2 (ha pasado tanto tiempo desde la última vez que no me atrevo a afirmar con rotundidad que aún siga emitiéndolos). Las gacelas son animales realmente bellos. A mi no me importaría que me llamasen gacela.
He pasado en este país 72 días, sin contar los días de vacaciones que he regresado a España (aclaro esto porque ya me ha comentado algún que otro conocido que no le salían las cuentas). Me han parado policías, en controles y haciendo autostop, he estado en zocos y he regateado, no siempre con éxito, con bastantes vendedores. En las ciudades se me han acercado guías espontáneos en busca de negocio. He coincido con gente de lo más variopinta en los hoteles. He hablado, discutido, regateado, reído e ignorado a un sinfín de personas y he provocado un sinfín de reacciones. Ninguna comparable con el hecho de pasear con una gacela por Túnez.
Las situaciones más graciosas se producen cuando a ELLA la confunden con una aborigen del país. Si no fuese porque su piel es bastante más clara el resto de sus rasgos tienen ese misterio de la belleza de ciertas mujeres árabes.
El caso es que en Djerba un policía nos lo dijo abiertamente y de hecho continuamos nuestro paseo sin convencerle de que "Elle ne est pa tunisienne". O como el vendedor de Medenine que me pregunto de donde había sacado esa "gazelle tunisienne" En ciertos lugares donde los policías nunca me habían parado al verla a ELLA lo hacen y al comprobar mi pasaporte español algunos nos miran asombrados. Otros ríen como intentando decidir quien tiene más suerte si yo por ir con una bella tunecina o ella por haber cazado a un joven extranjero.
Así estamos recorriendo el país. ELLA levantando pasiones y yo con cara de dromedario.
1 comentario
Pigmalión -